El 31 de octubre se cumplen 20 años de la histórica Resolución 1325 de la ONU, que ha conseguido generar conciencia sobre la perspectiva de género como elemento esencial para la paz y la seguridad internacionales. Analizamos su trayectoria y los retos para su implementación.
Es la primera Resolución de Naciones Unidas que reconoce el efecto desproporcionado y singular (distinto al que sufren los hombres y los niños) que causan los conflictos armados en las mujeres y las niñas, y el papel clave de las mujeres en la prevención y la resolución de los conflictos, y en la construcción y la consolidación de la paz.
Fue aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el año 2000, tras un intenso y persistente trabajo por parte de las organizaciones de mujeres defensoras de la paz, y de organizaciones de la sociedad civil en favor de la igualdad y los derechos de las mujeres, y de los relevantes compromisos acordados en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995.
Insta a los Estados Miembros y a la propia organización de Naciones Unidas a impulsar la representación de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones relativas a la prevención, gestión y solución de conflictos, los procesos y negociaciones de paz y las misiones de paz sobre el terreno, así como a incorporar una perspectiva de género que tenga en cuenta las necesidades de las mujeres y las niñas durante todas las fases de prevención, conflicto y post-conflicto, así como el pleno respeto de los derechos de las mujeres y las niñas frente a la violencia por razón de género.
(Sin) Mujeres, Paz y Seguridad — María Solanas, 30 de octubre de 2020
Nace la Alianza Global de Mujeres Mediadoras — María Solanas, 28 de octubre de 2019
Las guerras de los hombres fuertes, la red global de las mujeres mediadoras — María Solanas, 2 de abril de 2018
¿Sigue siendo el género una categoría útil para la política? El caso de los Acuerdos de Paz de Colombia — Carmen Magallón, 22 de mayo de 2017
Los retos pendientes del II Plan Nacional de Acción sobre Mujeres, Paz y Seguridad — María Solanas, 26 de octubre de 2017
Mujeres, paz y seguridad: la igualdad de género en las políticas de paz y seguridad — María Villellas Ariño, 14 de septiembre de 2016
Mujeres, paz y seguridad: lejos de las aspiraciones de la Resolución 1325 — María Solanas, 15 de septiembre de 2015
Resultado de más de 30 años de trabajo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en sus siglas en inglés) creada en 1946.
Reconocimiento explícito del papel de las mujeres en la paz y el desarrollo, y cambio desde el enfoque de Mujeres y Desarrollo al enfoque de Género en Desarrollo.
Creación de la figura del relator especial sobre violencia contra las mujeres y elaboración de un plan de acción para integrar la perspectiva de género en la ONU.
Establece mecanismos de protección y defensa de los derechos de las mujeres y para combatir todo tipo de violencia contra las mujeres.
Reconocimiento de que los derechos de las mujeres son derechos humanos.
Establece una serie de objetivos estratégicos y medidas para potenciar el empoderamiento de las mujeres y el logro de la igualdad de género en 12 áreas, previamente recogidas en las estrategias de Nairobi.
Creación de la Corte Penal Internacional e inclusión de las modalidades de violencia sexual como crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio.
La CEDAW adquiere el mismo nivel de importancia que otros tratados internacionales.
Se incluye la perspectiva de género en la asistencia humanitaria.
La Resolución 1325 ha conseguido generar conciencia y consenso general sobre la perspectiva de género como elemento esencial para contribuir a la paz y la seguridad internacional. Reconoce el derecho de las mujeres a la participación, en pie de igualdad con los hombres, en la promoción y la construcción de la paz, y subraya su contribución efectiva para lograr y consolidar una paz duradera y sostenible. Es por tanto, una cuestión de derechos, pero también de eficacia.
Como señala ONU Mujeres, “la 1325 representa un cambio significativo en la manera en la que la comunidad internacional enfoca la prevención y la resolución de los conflictos, y convierte la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en una preocupación internacional de paz y seguridad”.
La Resolución 1325 (y las nueve resoluciones posteriores que la complementan) promueve, junto con la protección de las mujeres y las niñas frente a la violencia de género en conflicto y post-conflicto, la participación efectiva y significativa de las mujeres en todas las etapas de la prevención y la solución de los conflictos, así como en la construcción y consolidación de la paz, subrayando que el liderazgo de las mujeres es imprescindible para lograr una paz duradera.
Reconocimiento del impacto de la violencia sexual en los conflictos armados como amenaza al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Mandato a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU de protección de las mujeres y niños de la violencia sexual en los conflictos armados, y creación de la Oficina del Representante Especial del Secretario General sobre Violencia Sexual en Conflictos (SRSG-SVC, en sus siglas en inglés).
Desarrollo de indicadores para el seguimiento y evaluación de la implementación de la resolución 1325, reunidos en cuatro pilares: Prevención, Protección, Participación, Socorro y Recuperación. También establece la figura de Women Protection Advisors (WPAs) en las operaciones de mantenimiento de la paz.
Exigencia del fin de los actos de violencia sexual generalizada o sistemática realizados por las partes en los conflictos armados.
Centrada en acabar con la impunidad de la violencia sexual en los conflictos armados e implementar las anteriores resoluciones del Consejo de Seguridad en esta materia. Reconocimiento de que la violencia sexual también afecta a hombres y niños, y a las comunidades en general.
Reafirma el compromiso del CSNU de combatir la violencia sexual en conflictos armados y la total implementación de la 1325 y otras resoluciones vinculadas a mujeres, paz y seguridad.
Importancia del 15º aniversario la resolución 1325 y los progresos realizados, aunque el CSNU exhorta a una implementación mucho mayor de la agenda de mujeres, paz y seguridad ante los retos globales como el cambio climático, el terrorismo y el extremismo violento y el aumento del número de refugiados y desplazados internos. Reconocimiento del Instrumento de Aceleración Global para Mujeres, Paz y Seguridad y Acción Humanitaria como vía para la financiación, coordinar respuestas y acelerar la implementación de dicha agenda.
Además del Consejo de Seguridad, el Secretario General y las agencias de Naciones Unidas, los Estados miembros y las partes implicadas en un conflicto armado son responsables de la implementación de la Resolución 1325.
En 2002, el Consejo de Seguridad exhorta a los Estados miembros a desarrollar Planes de Acción Nacionales (NAPs, en sus siglas en inglés) que definan herramientas y acciones a realizar por parte de los Estados miembros de Naciones Unidas para la implementación de la Resolución 1325. Actualmente 86 países disponen de un NAP (menos de la mitad de los Estados miembros).
Puedes consultarlos en esta infografía de PeaceWomen
🇪🇸 II Plan de acción nacional de España (2017-2023) · I Plan
Plan de acción regional de Oriente Medio y África del Norte (en inglés)
Plan de acción regional de la UE (EU Strategic Approach to WPS, 2018) (en inglés)
Simposio regional de Asia-Pacífico sobre planes de acción nacionales de Mujeres Paz y Seguridad (en inglés)
Manual de Planes de Acción Nacionales sobre la Violencia Contra las Mujeres, ONU Mujeres (2012)
La Guerra en los Balcanes y el genocidio en Ruanda moldearon gran parte las acciones que convirtieron a la violencia sexual en uno de los puntos más importantes del movimiento global de mujeres durante la década de los 90.
La aprobación de la Resolución 1325 no hubiera sido posible sin el trabajo e interconexión de estrategias de acción de las redes transnacionales de defensa de los derechos de las mujeres, las conferencias internacionales sobre las mujeres y las cumbres paralelas de ONGs, grupos, asociaciones y fundaciones de dicho movimiento. Naciones Unidas ha sido fundamental como espacio comunicativo y político que durante estos casi 16 años ha impulsado la agenda de mujeres, paz y seguridad.
Igualmente, las organizaciones de mujeres de la sociedad civil cumplen un papel fundamental en la aplicación, y en el seguimiento y evaluación de la implementación de la Resolución 1325.
Estudio independiente que aporta, junto a recomendaciones concretas para superar los obstáculos que impiden el logro de sus objetivos, evidencias empíricas que demuestran que la participación de las mujeres, en todos los niveles, es esencial para la eficacia operativa, el éxito y la sostenibilidad de los procesos de paz y su consolidación.
Madrid, 25 de mayo de 2016. Organizado por la Embajada de Suecia en Madrid y el Real Instituto Elcano
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