La política exterior del próximo gobierno

18. Marruecos, por vecindad y por razones de toda índole –migratorias, económicas y de seguridad– es un país muy importante para España. ¿Qué medidas propondría para fortalecer esa relación?

Partido Popular

En primer lugar debo subrayar que las relaciones bilaterales son excelentes y creo que todo el mundo lo percibe. La cooperación entre ambos países en múltiples ámbitos ha generado un nivel de confianza sobre el que se pueden construir muchas cosas y afrontar con serenidad las inevitables discrepancias que puedan surgir entre vecinos. En esta legislatura hemos recuperado las Reuniones de Alto Nivel y existe un continuo flujo de intercambio de visitas que seguiremos en la próxima legislatura.

La cooperación en materia de interior –lucha contra la inmigración ilegal, el narcotráfico y el terrorismo– es modélica. Las relaciones comerciales y de inversión son excelentes. Mi intención es que en los próximos años Marruecos siga siendo nuestro principal cliente fuera de la UE, tras EEUU, y que España, con más de 17.000 empresas exportadoras, sea el principal socio comercial de Marruecos.

El fortalecimiento de la relación bilateral con Marruecos debe venir acompañado –así ha sido en los últimos cuatro años– del impulso de nuestras relaciones con Argelia. Este gobierno ha demostrado que se pueden tener buenas relaciones con nuestros dos grandes vecinos del Magreb al mismo tiempo. Además, aspiramos a que la relación entre ellos mejore.

Marruecos es, efectivamente, un socio prioritario para España. De hecho, ambos países mantienen una asociación estratégica que ha adquirido en los últimos años una creciente profundidad, posibilitando un refuerzo continuo de la cooperación sectorial, con resultados concretos y tangibles en el ámbito de la seguridad, las relaciones económicas y los flujos migratorios, entre otros. Ello ha sido posible gracias a la voluntad compartida de recuperar la máxima confianza entre ambos gobiernos, por una parte, y, por otra, de promover un marco estable de cooperación y buenas relaciones de vecindad. Mi intención es seguir por ese camino de fortalecimiento de las relaciones políticas, del diálogo y la concertación. Es precisamente ese clima de respeto y confianza el que nos permite, por ejemplo, abordar con Marruecos la cuestión del Sahara Occidental que, como saben, es una prioridad de la política exterior española y un tema sensible para ambas opiniones públicas. Para España se trata de mejorar las perspectivas del proceso negociador para contribuir a una solución política justa, duradera y mutuamente aceptada, que permita el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui dentro del marco establecido por Naciones Unidas.

De cara al futuro, el gran reto de la relación de España con Marruecos pasa por saber cooperar juntos reconociendo, y tratando de manera constructiva, también nuestras divergencias. Hasta ahora, los gobiernos del PSOE y del PP han preferido dejar de lado las áreas de falta de entendimiento para salvaguardar la cooperación en asuntos como los migratorios y de seguridad.

No entendemos esa lógica y pensamos que España debe tener una relación multidimensional o de “convivencia sincera” con Marruecos en la que, a la vez que cooperemos en temas de interés común, podamos estar en desacuerdo en otros temas (por ejemplo en la cuestión del Sáhara Occidental, en la que el bipartidismo en España está hipotecando cada vez más las esperanzas de autodeterminación del pueblo saharaui).

Por otra parte, apoyaremos de forma activa, tanto a nivel bilateral como multilateral, el desarrollo político y social en nuestro vecino del sur.

Marruecos es un socio estratégico para España y así debe seguir siéndolo. Hemos llegado muy lejos en algunos aspectos como la seguridad en la relación bilateral pero este éxito ha disminuido el potencial de los marcos multilaterales y quizá ha condicionado otros temas al enfoque securitario. Es muy importante que España sea un factor de integración regional en el norte de África. Eso sólo se puede conseguir en un marco más amplio con la participación de la UE. En este sentido, hemos de ser conscientes de la necesidad de europeizar ciertas políticas sobre las que hemos mantenido el control, como los flujos migratorios. Debemos socializar con nuestros socios partes de las iniciativas hispano-marroquíes. Hasta ahora el componente de seguridad ha sido esencial para entender la relación, pero es necesario equilibrar esta estrategia con una relación de más alcance en el ámbito económico, cultural y de contactos entre ambas sociedades. En general, los marroquíes conocen mucho de España pero el conocimiento de la sociedad española sobre la realidad marroquí es aún limitado y muy mediado por los medios de comunicación. Los intercambios educativos, la colaboración entre empresas y administraciones públicas y la movilidad de investigadores pueden ser decisivos en corregir las percepciones sesgadas en ambas orillas.

Comparte en Twitter tu propuesta favorita:

Más temas

Las preguntas

  1. ¿Cuáles serían, a su juicio, las tres grandes prioridades de la política exterior de España en los próximos cuatro años?
  2. ¿Cree que el peso y la proyección internacional de España son acordes con su dimensión y sus ambiciones? ¿Qué medidas o acciones propondría para mejorar el papel internacional de nuestro país?
  3. La Unión Europea (UE) parece lejos de alcanzar su objetivo de convertirse en un actor global: ¿cómo cree que se podría fortalecer la posición de la UE en el mundo y su influencia en los asuntos internacionales?
  4. Como objetivo a medio y largo plazo, ¿sería partidario de una Europa federal o de avanzar con decisión hacia unos verdaderos “Estados Unidos de Europa”?
  5. Los países europeos han reducido drásticamente sus presupuestos de defensa como consecuencia de la crisis. En un escenario de crecientes focos de tensión e inseguridad, la OTAN acordó a fines de 2014 aumentarlos gradualmente hasta alcanzar el 2% del PIB, con un importante componente de I+D+I. Por otra parte, se avanza gradualmente hacia la Europa de la Defensa. ¿Comparte esos objetivos? ¿Cuáles cree que debieran ser las prioridades?
  6. ¿Es partidario de mantener, reducir o incrementar la participación de España en misiones internacionales?
  7. El Congreso ha autorizado recientemente la utilización, con carácter permanente, de la base de Morón por parte de EEUU para misiones en África, con las limitaciones que establecen los convenios bilaterales. ¿Qué reflexión le sugiere esta decisión?
  8. La UE ha avanzado en los últimos años en la conclusión de acuerdos de libre comercio. Tras Centroamérica y los países de la Comunidad Andina, se han concluido, entre otros, con Corea del Sur y Canadá, estando abiertas negociaciones con Mercosur, la India y EEUU. En este último caso, ¿qué requisitos debiera cumplir el TTIP que se negocia entre la UE y EEUU?
  9. China es vista por las empresas europeas como un inmenso mercado, pero también como un competidor agresivo que juega con ventaja: ¿cómo cree que debe actuarse frente a esa competencia? ¿es partidario de medidas proteccionistas?
  10. España tiene un fuerte déficit energético que reduce su autonomía y lastra nuestra balanza comercial. ¿Qué medidas de medio y largo plazo propondría para reducirlo y revertir la situación actual?
  11. Los recursos destinados por España a Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) se han reducido a menos de la mitad durante la crisis. ¿Qué medidas propondría para recuperar los niveles anteriores y avanzar hacia el objetivo del 0,7% del PIB? ¿Sería partidario de consagrar ese objetivo en una Ley, como lo ha hecho el Reino Unido?
  12. Buena parte de los países de nuestro entorno cuentan con “estrategias de marca-país”. ¿Considera adecuada la iniciativa de Marca España? ¿Cree que debe ser modificada?; en caso afirmativo, ¿en qué dirección?
  13. Y hablando de estrategias, en la presente legislatura se han aprobado, además de una Ley de Acción y del Servicio Exterior del Estado, sendos documentos estratégicos de Acción Exterior y de Seguridad, sin que se haya alcanzado un grado importante de consenso en las dos primeras. ¿Cree necesarios estos instrumentos? ¿Cuál cree que debe ser su futuro en la próxima legislatura?
  14. Con 500 millones de hablantes, el español es la segunda lengua del mundo –y la tercera en Internet–. ¿Cómo cree que España debiera aprovechar ese peso de la lengua y la cultura “en español”?
  15. ¿Cómo valora la actual relación Iberoamericana? ¿Cómo cree que podría renovarse y reforzarse?
  16. El conflicto surgido tras la intervención de Rusia en Ucrania y la anexión de Crimea ha quebrado el objetivo de contar con Rusia como socio en la seguridad, estabilidad y prosperidad de Europa. ¿Cómo cree que se podría reconstruir la confianza y recuperar ese objetivo?
  17. La “primavera árabe” ha devenido en un escenario de conflictos en unos casos y, en otros, de amenazas a la estabilidad y la seguridad de los países del sur del Mediterráneo. ¿Cuáles debieran ser los objetivos de España ante ese escenario?
  18. Marruecos, por vecindad y por razones de toda índole –migratorias, económicas y de seguridad– es un país muy importante para España. ¿Qué medidas propondría para fortalecer esa relación?
  19. A veces se señala que los instrumentos de acción exterior española (diplomacia, comercio, cultura, seguridad, cooperación, etc.) están descoordinados por mala cooperación entre el sector público y privado, por conflictos ocasionales con las comunidades autónomas o por fragmentación departamental. ¿Qué cambios cree necesarios para vertebrar mejor esos instrumentos? ¿Qué papel cree que debe asumir la Presidencia del Gobierno en ese sentido?
  20. ¿Considera que en España cabe hablar de consenso en los grandes ejes de nuestra política exterior? ¿Cree que, como suele decirse, por su naturaleza, la política exterior requiere de ese consenso?
  21. En caso afirmativo, ¿cómo podría articularse un entendimiento amplio que diese estabilidad a la política exterior de España?