Los bancos regionales de desarrollo, y en este caso particularmente el Banco Interamericano de Desarrollo, necesitan responder a una serie de demandas que se han visto creadas o reforzadas durante la pandemia, abordando los problemas socioeconómicos actuales y promoviendo el crecimiento sostenible y la digitalización (ODS 8.2 de lograr niveles más elevados de productividad económica mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación y ODS 8.3 de promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación […] incluso mediante el acceso a servicios financieros).
AutorFederico I. Poli
TemaAmérica Latina