La intervención de España en misiones internacionales se realiza fundamentalmente en el marco de decisiones acordadas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o en su condición de miembro de la OTAN o de la UE. A ello se une las decisiones de la Cortes Generales.
España es un país serio que contribuye a la seguridad internacional. Por ello, hemos participado y participaremos en las misiones en función de las necesidades. Desde luego, si es preciso, estamos dispuestos a incrementar nuestra participación. Es bueno para España y para nuestras fuerzas armadas.
Durante la última legislatura el PSOE ha respaldado todas las solicitudes de participación de tropas españolas en el exterior que ha llevado al Congreso de los Diputados el gobierno. Este apoyo es coherente con lo que ha sido la postura del Partido a este respecto, tanto en el gobierno como en la oposición, que no es otra que respaldar el papel solidario y comprometido de España en el ámbito internacional y dentro de las organizaciones de las que somos parte, como un socio fiable dispuesto a asumir sus responsabilidades en las tareas humanitarias, de mantenimiento de la paz, resolución de conflictos y de garantía de la seguridad. No se trata meramente de una cuestión de número, sino que se trata del compromiso como Estado de participar, dentro de nuestras capacidades operativas y presupuestarias, de la manera más eficaz y eficiente posible en el cumplimiento de las misiones y responsabilidades que en dicho marco nos requieran, siempre buscando el mayor grado de multilateralidad posible y con pleno respeto a la legalidad internacional y a las resoluciones de Naciones Unidas. Nuestra participación en las misiones debe ir acorde a nuestras capacidades operativas y a la gravedad de la amenaza a la que nos enfrentamos. Cuanto mayores sean ambas, mayor será nuestra participación.
Somos partidarios de que España mantenga un perfil comprometido y activo a nivel internacional, siempre y cuando las misiones internacionales en las que participe se adhieran claramente a la normativa internacional y bajo la autorización de Naciones Unidas y nunca de forma unilateral o con otros países o alianzas.
Además de la legalidad internacional, queremos que estas misiones internacionales no prioricen sólo las dimensiones militares y de seguridad, sino que se centren en la protección de civiles y la agenda de las “3 des” que permita abordar las causas (incluidas las internacionales –recursos naturales, comercio de armas, etc.–) de los conflictos y sea diseñada y liderada por la sociedad en conflicto de forma que respondan a criterios de legitimidad democrática y de participación de la sociedad civil, en especial de las mujeres de conformidad con la resolución 1325. Igualmente, dichas misiones deben tener un mandato democrático ratificado por la ciudadanía, por lo que promoveremos consultas ciudadanas vinculantes sobre la participación de las fuerzas armadas españolas en operaciones militares internacionales de calado.
La participación de España debe estar supeditada al cumplimiento del mandato internacional, ser aprobada por el Congreso, representante de los ciudadanos, y al que no se le deben hurtar estos debates, y responder a nuestras capacidades e intereses. Así que dependerá del caso y las circunstancias. Nuestro enfoque es de lealtad a nuestros socios y el respeto de nuestros compromisos. Hemos cometido errores, como la entrada en Irak o la retirada de España de Kosovo sin ninguna coordinación, que no deben repetirse.